EL PODER DEL SONIDO 2
Napoleón Bonaparte afirmaba que “la música es el más soportable de todos los ruidos”.
Este pensamiento, encierra en sí misma una verdad física, pues los sonidos musicales, al igual que los ruidos, no son sino ondas sonoras más o menos complejas sujetas a las leyes físicas.
Cuando el oído humano capta vibraciones, el cerebro las interpreta como sensaciones provocadas por el movimiento del desplazamiento de las partículas denominadas Hertz. Estas sensaciones al ser placenteras o ‘agradables’ hacen que denominemos a este fenómeno como sonido; al llevar una intención expresiva y artística lo conocemos como “música”.
El sonido producido al tocar una cuerda depende, entre varios aspectos, de las características de la misma cuerda como lo es: la longitud, el grosor y la tensión de esta; lo que Pitágoras descubrió es que al dividir la cuerda en ciertas proporciones se producían sonidos placenteros al oído, conocidos como sonidos “armónicos”, por lo tanto, la nota que emitía la cuerda dependía de la longitud de ésta.
En Grecia se concibieron los primeros puntos de unión entre la música y las matemáticas.
La evolución de la música y las matemáticas a lo largo de la historia ha marcado el tipo de relación existente entre ambas en cada momento de su desarrollo.
Como es evidente, en Grecia se concibieron los primeros puntos de unión entre la música y las matemáticas, coincidiendo los primeros signos de teorización de las dos disciplinas. La etimología de “música” proviene del vocablo griego musiké, “de las musas”, y máthema, que significa “aquello que se aprende”.
Pitágoras fue el primero en relacionar la música y las matemáticas. Se centró en el estudio de la naturaleza de los sonidos musicales y descubrió que existía una relación entre los sonidos armónicos y los números enteros, creando con ello una teoría matemática de la música.
Para dichas investigaciones utilizó un instrumento musical llamado monocordio (Fig. 1) que estaba formado por una cuerda cuya longitud era proporcional a 12 y que podía adoptar diversas longitudes. Pitágoras dividió la cuerda en doce partes y buscó los intervalos que producían un sonido agradable y se dio cuenta que, si establecía determinadas longitudes, proporcionales a 12, los sonidos que se producían eran placenteros.
Monocordio: instrumento que utilizó Pitágoras para identificar y definir los intervalos musicales